Muchas personas no llegan a la meta porque no se comprometen, su motivación es momentánea, se desaniman con facilidad, inventan excusas y abandonan la carrera.
Creer que no existen dificultades en la vida sería negar la realidad, pero si tienes presente que Jesús está contigo, caminarás con pasos firmes y en los momentos de debilidad, El Señor te sostendrá y te fortalecerá.
Haz de este día, un día de fe y de determinación, no abandones la carrera, jamás pierdas tu norte. El éxito en la vida no se mide por tus logros, sino por los obstáculos que superas. “Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.