En el salmo 103, el autor hace memoria de la manera extraordinaria como Dios condujo a su pueblo Israel por el desierto, de las maravillas que hizo a favor de ellos y agradece, sabiendo que ese mismo Dios está presente en todos los momentos de nuestras vidas, a pesar de que hayan lágrimas y que en ocasiones el cielo se torne gris.
Al igual que el salmista, todos los días tenemos motivos suficientes para dar gracias a Dios por todas las cosas lindas que nos ha concedido.
En este nuevo día, siente a Jesús con cada latido de tu corazón, habla con Él y alaba su nombre con cánticos de acción de gracias. Agradece y fortalécete en Dios por su gran amor y su fidelidad para con nosotros y confía.
















